CRONICA ETAPA DOMINGO 02/06/2013 LUMBIER

Emboscada en Lumbier.

Madrugón el domingo para presentarnos a las 09:00h en Lumbier. Bajamos de los coches, nos llama la atención una luz brillante en el cielo, ¿qué es eso que deslumbra tanto?, parece una nave espacial; nooooooo, es eso que hace mucho tiempo también teníamos nosotros en el cielo, si hombre si, jode, como se llama, estoooooo, ostias el sol.

Llega Jesus, abrazos besos y demás saludos, un gustazo volver a vernos, charlamos un poco y nos ponemos en marcha, salimos de Lumbier dirección Itzaga, enseguida nos damos cuenta de que no va a ser fácil, la carretera pica hacia arriba y sopla fuerte y de cara nuestro querido cierzo;  las nubes y la niebla no nos dejan ver la peña, los 20 km de aproximación hasta la base se hacen largos y pesados.

Empieza la ascensión, potente dice Josu, que generoso; subimos las primeras rampas, la lengua me pega en los radios, paramos para reagruparnos, no puedo ni hablar y todavía no hemos empezado a subir,  Juantxo propone que, en cuanto ágamos cima, vejemos enseguida antes de enfriarnos; que salado. Seguimos subiendo, la pista cada vez se empina mas, las piernas empiezan a flaquear, según subimos la niebla se hace más espesa, rezo mucho pero nadie pincha, volvemos a parar, cuando recupero el aliento le pregunto a Jesús, ¿toda la subida es así? Levanta la mano como si fuese a cantar el cara al sol y me dice, que de vez en cuando se suaviza un poco y después tiene picos, la madre que te pario, picos dice, Juantxo vuelve a proponer lo mismo, en cuanto hagamos cima bajamos antes de enfriarnos.  Seguimos subiendo, la pista sigue empinándose, hora y media subiendo y primer descanso en llano, paramos para recuperar fuerzas, quitar lastre, asomarnos a un acantilado para disfrutar de las pocas vistas que nos deja ver la niebla, ¿Jesús queda mucho? Vuelve a subir el brazo; bueno, algo, si, se suaviza un poco, no me creo nada, pongo el altímetro, estamos a 900m y tenemos que subir a 1300, casi nada, Juantxo propone lo mismo. Seguimos escalando, cada vez me cuesta más, la niebla no nos deja ver mas allá de diez metros, cada dos por tres tengo que echar pie a tierra, el bueno de Antonio se queda conmigo, no para de animarme, cada cinco minutos miro el altímetro y eso no sube, vemos unas siluetas, son caballos mirándonos como diciendo, de donde cojones han salido estos pirados, por fin oímos unas voces, es Josu que ha bajado en nuestra busca, venga que estamos en la ermita, no se veía nada, no sé si era por la niebla o por el cansancio; por fin llegamos a la ermita, nos reagrupamos, sacamos unas fotos, me comentan la última propuesta de Juantxo, venga como venga Dani bajamos antes de enfriarnos, que cabrón, ¿enfriarnos? Todavía estoy caliente. Empezamos el descenso por un sendero, justo podíamos ver donde pisábamos, Jesús se desorienta, no está seguro por donde es el camino, mientras buscábamos la senda, unos mendizales que bajaban nos dicen, os queda poco, la ermita está ahí mismo, los cojones, no subo ni al autobús, pensaban que subíamos; nos indican bien el camino, empezamos a bajar los primeros metros son peligrosos, los segundos también, bajamos a pie y con mucha precaución, por fin podemos montarnos en la bici, la senda es preciosa y el bosque que atraviesa espectacular, la pista es muy técnica y resbaladiza, tenemos que bajar con mucho cuidado, como dice Andoni, bajamos más tensos que en un bautizo de Gremlins.

Llegamos a la carretera, ahora pica hacia abajo, el sol vuelve a calentarnos, el cierzo sopla de popa y nos empuja hasta Lumbier, entramos en la foz para disfrutar de esta maravilla de la naturaleza, sacamos unas fotos y de vuelta al pueblo para ducharnos y dirigirnos al restaurante de nuestro amigo José y recuperar todo lo perdido que es mucho, con unos espárragos frescos, una ensalada, unas morcillitas un buen caldo y unas txuletas de esas que te quitan el hipo, todo esto regado con buenos caldos de la tierra; para hacer la digestión un par de cervecitas en una terraza de Lumbier y después de 50km, a la 21:30h en casa.